Apuntes Filatélicos
DUDAS
EN EL AMBULANTE CARCAIXENT-DÉNIA
Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico
El próximo día 20 de septiembre, dentro de la programación
filatélica que Benissa ha organizado para su 36ª EXFILNUM, nos pondremos frente
al micrófono para hablar del correo en ferrocarril en la comarca. Y
especialmente desgranaremos la línea Carcagente-Gandía-Dénia – una de las 2 que
recorrieron la comarca -, de la que se ha escrito hasta la saciedad, pero que
por las razones que sean, quienes la han estudiado tan a fondo, han obviado u
olvidado su papel como transporte de la correspondencia a bordo de sus vagones.
Siempre se ha dicho que la llegada del ferrocarril a Gandía y Dénia,
uniendo la ciudad de Carcaixent, fue debido a la búsqueda de esa salida natural
al mar que ofrecían los puertos de Dénia y Gandía para los productos agrícolas
de esas tierras por las que transcurría aquel ferrocarril – la Ribera Alta y la
Safor - que, iniciando su andadura el 08 de febrero de 1864, lo haría como
“tranvía de sangre”, es decir, de tracción animal. ¡Es obvio que fue así! Los
puertos de Dénia y Gandía, eran imprescindibles para tener una salida a esa
economía agrícola de mediados del Siglo XIX.
Carta circulada de Dénia a Toronto. 1886
Una de las más antiguas cartas conocidas a bordo del "Ambulante" Carcagente-Dénia
Pero, pocas veces se habla de que ese ferrocarril, ocasionó una
apertura para la comarca de la Marina Alta con todo el mundo, a través del
correo, un correo que hasta entonces discurría, o bien hacía Valencia por la
costa, con un camino llano y con escasas dificultades, ó bien hacía Alicante,
con las dificultades que aquella conducción de la correspondencia tenía que
soportar al sortear los pasos de “la garganta”, entre Gata de Gorgos y Benissa,
ó el terrible paso del barranco del Mascarat entre Calpe y Altea. Rapidez y
comodidad es lo que esta línea ofreció al correo en la comarca, ventajas para
el comercio y desarrollo de una comarca, la Marina Alta, muy mal comunicada con
el resto de España.
Hasta hoy en día, ha llegado muy poco material filatélico-postal
como testigo de aquel ambulante – así se le conoce habitualmente al transporte
del correo por ferrocarril -, que como hemos dicho, lo sería de tracción animal
hasta que en el año 1882, fracasado o poco rentable esta línea, se tomó la
decisión de modificarla para adaptarla a la tracción mecánica o a vapor. Y el
escaso estudio existente sobre esta vertiente postal de la línea citada, nos
hace encontrar información muy importante, que nos va a crear muchas dudas,
dudas que son buenas porque nos harán seguir avanzando en el estudio.
El filatelista – o en su caso el historiador que profundice en el
estudio del correo en esta línea férrea -, no puede ni debe quedarse únicamente
con conocer los matasellos que esta conducción ambulante ha tenido a lo largo
de los años. Hay que conocer el contexto histórico, y sobre todo las normativas
que a esta línea afectó. A este efecto, la obligación de conducir gratuitamente
la correspondencia a bordo de los trenes, se debe a las Leyes de fecha,
03.06.1855, 15.02.1856, 23.11.1877, y el Decreto del 19.08.1891.
Reales Decretos para la utilización de las Línea Carcagente-Gandía (1876) y Gandía-Dénia(1884)para el transporte de la correspondencia
En el caso del Carcagente-Gandía, una Real Orden de fecha
29.02.1876, daba cuenta de utilizar para el servicio de correos el “tramvia”
(sic), con la creación de 2 conductores de la correspondencia, una para cada
una de las expedición que se crearon, de ida y vuelta. Pero de este hecho,
filatélicamente no hay constancia de carta alguna, ni referencia a ninguna
marca que se usara en el trayecto. Y sabiendo que entre 1864 y 1882, este tren
tuvo tracción animal – caballerías -, ¿podemos afirmar que esta conducción del
correo también lo fue por tracción animal? Sería el primero y único caso en
España de este tipo de transporte de la correspondencia.
La línea completa, es decir hasta Dénia, sabemos que se inauguró el
30 de marzo de 1884, y automáticamente ese día, se publica una Real Orden en la
que se hace constar que se utilice el ferrocarril Gandía-Dénia para la
conducción de la correspondencia, y que los funcionarios de correos que servían
en el anterior tramo, lo hagan hasta Dénia. Aquí, ya hay constancia de la
utilización de la primera marca postal con que contará este ambulante, una
marca en 2 líneas que lleva escrita la localidad de origen y la de destino:
Carcagente – Dénia, sin referencia alguna de la fecha de estampación.
Esto sería en 1884, pero las pocas cartas completas con este
matasellos aplicado, no aportan mucha información si empezó a usarse en cuanto
la línea fue inaugurada, ó incluso el mismo día de la inauguración. La más
antigua conocida –hasta el momento -, con la marca Carcagente-Dénia, lleva
estampada la fecha de salida y dirigida a Canadá desde Dénia, el día 07.11.1886
– colección Ruiz Company -, y otra perteneciente a la colección Llácer,
dirigida a Gibraltar con fechador de llegada del 01.04.1887. ¿Se matasellaron
cartas a bordo del ambulante Carcagente-Gandía-Dénia con anterioridad a 1884?
Tal vez sí….tal vez no. El tiempo nos lo dirá.
Otra duda significativa que nos surge al estudiar el correo a bordo
de estos trenes, es si el convoy, llevaba o no vagón en exclusiva para la
conducción del correo. La normativa no da cuenta de ello. Simplemente habla de
la gratuidad del transporte de la correspondencia. En este sentido encontramos
una noticia que publica el periódico de Gandía “El Litoral” de fecha
03.04.1881, que viene a expresar “…la poca consideración la empresa mira a los conductores de la correspondencia entre
Gandía y Carcagente…”, y todo ello porque igual viajan en 2ª Clase,
como lo hacen en 3ª, dándose el caso de que algunos días de lluvia, el correo
llega a la estación todo mojado. Esto nos viene a decir, que puede que el
convoy no llevaba compartimento exclusivo para la correspondencia, como si lo
tenían otros ambulantes.
Es difícil, con poca información, dar forma a la historia y poder
así entenderla. En 1879, el Administrador Jefe de Correos de Alicante, publica
su libro “Diccionario Postal de la Provincia de Alicante”, y da cuenta de
muchas poblaciones, caseríos, lugares y casas de labor, donde se recibía la
correspondencia. Y se da la circunstancia de que, aun no estando terminada la
línea férrea que uniría Carcagente y Dénia a través de Gandía, este ya da
cuenta que la gran mayoría de las poblaciones de la comarca, podía recibir el
correo por la conducción “Carcagente-Dénia”, cuando en
realidad era un peatón conductor, a pie o a caballo, quién la traía desde la
estación de Gandía.
Dudas que nos hacen seguir estudiando esta mítica línea férrea.
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