02 septiembre 2024

Sección "SELLOS DE PAISES QUE YA NO EXISTEN". Por Rafael E. Pérez Gómez.

 

SELLOS DE PAISES QUE YA NO EXISTEN

Por Rafael Eduardo Pérez Gómez


NUEVO BRUNSWICK. 1784-1867.


El explorador francés Jacques Cartier fue el descubridor de este territorio. Mientras los franceses se dedicaron a castigar a la población india del continente, los británicos ocuparon las islas y establecieron la colonia de Nueva Escocia.

Recibió el nombre en honor al ducado de Braunschweig, en el norte de Alemania, hogar de la infancia del rey británico Jorge I. En 1867 pasó a ser provincia de Canadá y hoy es la única provincia bilingüe de Canadá.

Uno de los once sellos emitidos por la colonia británica de Nuevo Brunswick representa un barco de vapor, el primero de la historia de la filatelia, según el autor, aunque creo que habrá que investigar y preguntar a algún filatélico experto en barcos. Se imprimió en 1860 con un facial de 12 ½ céntimos y seguramente se trata del SS Hungarian, buque de pasajeros propiedad de la naviera británica Allan Line, botado un año antes. En febrero de 1860 encalló en los bancos de arena de Cape Sable, al sur de Nueva Escocia. Sus 205 pasajeros fallecieron.

 

 

CORRIENTES 1856-1875.


A principios del siglo XIX las sublevaciones y la lucha por la independencia hicieron de Argentina una nación casi libre. El conflicto se dio entre las provincias del interior y las costeras. El motivo era el uso de los ríos y el reparto de los verdes pastos.

Una de esas provincias era Corrientes, en el noroeste. Su capital, del mismo nombre, fue fundada en 1588 en una meseta al este del rio Paraná. Su nombre es una abreviatura de San Juan de Vera de las Siete Corrientes.

En 1856 Corrientes fue la primera provincia de Argentina que emitió sus propios sellos. En su disputa con la provincia costera de Buenos Aires por los derechos comerciales de los ríos, querían dejar constancia de su independencia con un servicio de correos propio. Había escasez de papel y de monedas de menos de ocho centavos. Por eso decidieron imprimir sellos con la doble función de franqueo y de medio de pago.

Se decidió copiar el primer sello francés de 1849, con el perfil de Ceres, la diosa romana de la agricultura y la fertilidad. Se supone que el gobierno de la provincia quiso destacar su afinidad con el ilustrado gobierno de la República francesa. De todas formas, se trata de una tosca imitación, en la que el racimo de uvas del cabello se simplificaba y la nariz de la diosa se fundía con la frente.

Dada la escasez de papel, los sellos se imprimieron en pequeñas hojas de papel de envolver, fabricado a base de caña de azúcar, con pálidas variaciones de azul, azul grisáceo y verde azulado.

Las primeras emisiones llevaban el franqueo impreso en una franja en la parte inferior del sello, que fue eliminada de las planchas en 1860. Se decidió que fuese el color el que determinara su valor y la gama se amplió con el rosa y un amarillo claro. La estampilla del Sr. Berge es de color rosa y cree que tiene un valor de tres centavos.

La producción de sellos se mantuvo hasta 1878 cuando se nacionalizó el servicio de Correos en Argentina. Antes y después de esa fecha se produjeron una serie de falsificaciones de mejor calidad que el original. Por ello cree que el suyo es autentico.

Pero para saber más sobre el “CERES ARGENTINO” hay que acudir a un artículo publicado por Jose Ivars Ivars en octubre de 2019 en su Blog de Filatelia y Coleccionismo (1). Aunque el tema es tratado desde el ángulo del coleccionismo temático, vemos que aporta un sello nuevo de Un Real M.C. además de una copia de la ley de 18 de febrero de 1856 por la que se crea el impuesto fiscal, es decir el pago previo en el envío de la correspondencia.

De la plancha inicial, según José Ivars se realizaron 17 tipos distintos que estuvieron en circulación hasta el año 1880. 


Nota:

1.       http://ifacfilatelico.blogspot.com/2019/10/en-filatelia-tematica-las-dudas-te.html

Bibliografía consultada: “Países de Nunca Jamás. 50 estados que la historia ha borrado”. Bjorn Berge. 

 

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