04 marzo 2023

Apuntes Filatélicos. CORREOS TRAJO EL TELÉFONO PARTICULAR A LA COMARCA

 

Apuntes Filatélicos

EL TELEFONO EN LA COMARCA DE LA MANO DE CORREOS

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

Aunque el correo es algo que a la humanidad le ha servido en su desarrollo desde tiempos inmemoriales, suele decirse que en el Siglo XIX, fueron 2 los inventos que cambiaron la forma de vivir el día a día. Bueno decir dos, es quedarse corto, porque todo el siglo fue un no parar de nuevos inventos, novedades y progresos: el ferrocarril, el automóvil, avances en medicina, avances en derechos y libertades, y también el telégrafo y el teléfono.

Meternos en esta sección, en la que cuidamos el correo y lo mimamos hasta extremos nunca vistos, y ponernos a hablar de la comunicación a través del cable, no tendría sentido si la noticia que nos trae hoy aquí, no tuviera nada que ver con el ente postal español, porque se da la circunstancia de que tanto el uno como el otro, llegaron a las ciudades y poblaciones, de la mano de la “Dirección General de Correos y Telégrafos”.

Hablar del teléfono en la comarca, o más bien de su llegada, es un tema que nos despierta la curiosidad de saber cómo y cuándo empezó a usarse este sistema de comunicación que revolucionó la forma que la gente tuvo de mantener una conversación en la distancia. En España, fue en 1882 (16 de junio), cuando el Senado aprobaba el dictamen por el cual se autorizaba al gobierno a conceder a particulares y empresas el establecimiento y explotación de redes telefónicas dentro de uno o varios ayuntamientos que constituyan una sola agrupación, sin exceder del radio de los 10 km, así como las destinadas al servicio particular, bajo el control del gobierno en todo momento.

La prensa, por ejemplo, nos habla de que la Dirección General de Correos y Telégrafos, adjudicó en fecha del 18 de abril de 1887, la instalación y explotación de una línea telefónica en la ciudad de Alicante. Este se le adjudicó a D. Enrique María Ripoll y Morena, al ser la única propuesta que el Ministerio de la Gobernación recibió en fecha y forma, aunque el teléfono había llegado a Alicante unos años antes, concretamente la primera línea telefónica (no particular) se instaló el 9 de junio de 1884, en el Gobierno Civil y Militar de la ciudad.

En 1884, el gobierno establece por Real Decreto, como iban a funcionar estas estaciones telefónicas cedidas a empresas privadas, las cuales estarían en un principio servidas por el propio personal de telégrafos que cada localidad solicitante tuviese, y teniendo que aportar el empresario que las tuviese en adjudicación, un porcentaje de los beneficios por el servicio que presta. Uno de los puntos de esta Real Orden, indicaba claramente que “…solamente podrán concederse autorizaciones para establecer líneas telefónicas particulares en poblaciones donde no exista red telefónica del Estado…” , y como dato relevante se sabe que “…el importe de las cuotas de los abonados, así como el valor de los despachos y conferencias (…), se satisfará en sellos de Correos y Telégrafos…”.

La primera noticia que aparece en prensa haciendo referencia a la instalación del servicio telefónico en la ciudad de Dénia, remarcando que era para uso particular (departamentos oficiales ya disponían de este medio de comunicación, años antes), lo visualizamos en el periódico El Liberal de Alicante aparecido el 22 de enero de 1887, aunque esta noticia no aporta mucha más información.

El mismo rotativo pero en fecha del 8 de septiembre de 1887, hace referencia a la solicitud que hace el Ayuntamiento de Ondara a la Dirección General de Correos y Telégrafos para “…establecer una línea telefónica que ponga en comunicación aquel pueblo con la estación telegráfica de Dénia…”. Al año siguiente (1888), la localidad de Pego haría lo mismo, solicitando una línea de carácter particular, sin citar quién la solicitó, entre Pego y la localidad vecina de Oliva.

En 1897, la prensa de la época anunciaba como un hecho extraordinario la inauguración de la línea telefónica que la localidad de Pedreguer se disponía a disfrutar. Eso fue un domingo día 8 de agosto de 1897, y con ello, según La Correspondencia Alicantina, Pedreguer a través de la línea telegráfica de Dénia “…quedaba unida al mundo entero…”. El momento fue tan especial y significativo que “…tras bendecir la línea, el alcalde obsequiará  a todos los concurrentes con dulces, licores y cigarros…”.

La misma noticia la hará publica el periódico El Graduador de Alicante, el mismo día de la inauguración de la línea, pero en esta ocasión hace hincapié en lo necesario que era este hecho histórico por “…la importancia comercial de Pedreguer…”.

Las noticias se irán sucediendo a medida que el tiempo avanza y este invento llega fácilmente a los particulares, e incluso a empresas de la comarca que verán en ello un canal de expansión comercial nunca antes visto, ni con el correo puerta a puerta.

Fueron muchas poblaciones de la comarca, las que fueron se fueron subiendo al carro del progreso. En los inicios, estos teléfonos únicamente conectarían a los propios solicitantes entre sus propiedades o familias. Y siempre bajo la supervisión de la Dirección General de Correos y Telégrafos, al menos hasta que se empiezan a constituir las primeras compañías telefónicas en España.

Entrado el Siglo XX (1914), solicitarían a través de sus respectivos ayuntamientos, a la Dirección General de Correos y Telégrafos, una línea telefónica las poblaciones de Benigembla, Murla, Parcent, Orba, Benimeli, Sanet y Negrals, entre otros.

Lo que hoy nos es tan familiar, en su día fue algo muy novedoso que fue siendo necesario a medida que pasaba el tiempo. Hoy sin teléfono seguramente ya no podríamos vivir, tal vez la humanidad sucumbiría a su propia realidad. Necesitamos comunicarnos, y para ello estará siempre el teléfono pero también el correo.

 

 

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