Apuntes
Filatélicos
EL
TELEFONO EN LA COMARCA DE LA MANO DE CORREOS
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Aunque el correo es algo que a la humanidad le ha
servido en su desarrollo desde tiempos inmemoriales, suele decirse que en el
Siglo XIX, fueron 2 los inventos que cambiaron la forma de vivir el día a día.
Bueno decir dos, es quedarse corto, porque todo el siglo fue un no parar de
nuevos inventos, novedades y progresos: el ferrocarril, el automóvil, avances
en medicina, avances en derechos y libertades, y también el telégrafo y el
teléfono.
Meternos en esta sección, en la que cuidamos el correo
y lo mimamos hasta extremos nunca vistos, y ponernos a hablar de la
comunicación a través del cable, no tendría sentido si la noticia que nos trae
hoy aquí, no tuviera nada que ver con el ente postal español, porque se da la
circunstancia de que tanto el uno como el otro, llegaron a las ciudades y
poblaciones, de la mano de la “Dirección General de Correos y Telégrafos”.
La prensa, por ejemplo, nos habla de que la Dirección
General de Correos y Telégrafos, adjudicó en fecha del 18 de abril de 1887, la
instalación y explotación de una línea telefónica en la ciudad de Alicante. Este
se le adjudicó a D. Enrique María Ripoll y Morena, al ser la única propuesta
que el Ministerio de la Gobernación recibió en fecha y forma, aunque el
teléfono había llegado a Alicante unos años antes, concretamente la primera
línea telefónica (no particular) se instaló el 9 de junio de 1884, en el
Gobierno Civil y Militar de la ciudad.
En 1884, el gobierno establece por Real Decreto, como
iban a funcionar estas estaciones telefónicas cedidas a empresas privadas, las
cuales estarían en un principio servidas por el propio personal de telégrafos
que cada localidad solicitante tuviese, y teniendo que aportar el empresario
que las tuviese en adjudicación, un porcentaje de los beneficios por el
servicio que presta. Uno de los puntos de esta Real Orden, indicaba claramente
que “…solamente podrán concederse
autorizaciones para establecer líneas telefónicas particulares en poblaciones
donde no exista red telefónica del Estado…” , y como dato relevante se sabe
que “…el importe de las cuotas de los
abonados, así como el valor de los despachos y conferencias (…), se satisfará
en sellos de Correos y Telégrafos…”.
La primera noticia que aparece en prensa haciendo
referencia a la instalación del servicio telefónico en la ciudad de Dénia,
remarcando que era para uso particular (departamentos oficiales ya disponían de
este medio de comunicación, años antes), lo visualizamos en el periódico El Liberal de Alicante aparecido el 22
de enero de 1887, aunque esta noticia no aporta mucha más información.
El mismo rotativo pero en fecha del 8 de septiembre de
1887, hace referencia a la solicitud que hace el Ayuntamiento de Ondara a la
Dirección General de Correos y Telégrafos para “…establecer una línea telefónica que ponga en comunicación aquel
pueblo con la estación telegráfica de Dénia…”. Al año siguiente (1888), la
localidad de Pego haría lo mismo, solicitando una línea de carácter particular,
sin citar quién la solicitó, entre Pego y la localidad vecina de Oliva.
En 1897, la prensa de la época anunciaba como un hecho
extraordinario la inauguración de la línea telefónica que la localidad de
Pedreguer se disponía a disfrutar. Eso fue un domingo día 8 de agosto de 1897, y
con ello, según La Correspondencia
Alicantina, Pedreguer a través de la línea telegráfica de Dénia “…quedaba unida al mundo entero…”. El
momento fue tan especial y significativo que “…tras bendecir la línea, el alcalde obsequiará a todos los concurrentes con dulces, licores
y cigarros…”.
La misma noticia la hará publica el periódico El Graduador de Alicante, el mismo día
de la inauguración de la línea, pero en esta ocasión hace hincapié en lo
necesario que era este hecho histórico por “…la
importancia comercial de Pedreguer…”.
Las noticias se irán sucediendo a medida que el tiempo
avanza y este invento llega fácilmente a los particulares, e incluso a empresas
de la comarca que verán en ello un canal de expansión comercial nunca antes
visto, ni con el correo puerta a puerta.
Fueron muchas poblaciones de la comarca, las que fueron
se fueron subiendo al carro del progreso. En los inicios, estos teléfonos
únicamente conectarían a los propios solicitantes entre sus propiedades o
familias. Y siempre bajo la supervisión de la Dirección General de Correos y Telégrafos, al menos hasta que se
empiezan a constituir las primeras compañías telefónicas en España.
Entrado el Siglo XX (1914), solicitarían a través de
sus respectivos ayuntamientos, a la Dirección General de Correos y Telégrafos,
una línea telefónica las poblaciones de Benigembla, Murla, Parcent, Orba,
Benimeli, Sanet y Negrals, entre otros.
Lo que hoy nos es tan familiar, en su día fue algo muy
novedoso que fue siendo necesario a medida que pasaba el tiempo. Hoy sin
teléfono seguramente ya no podríamos vivir, tal vez la humanidad sucumbiría a
su propia realidad. Necesitamos comunicarnos, y para ello estará siempre el
teléfono pero también el correo.
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