27 julio 2024

DÉNIA EN LA PREFILATELIA. LA MARCA "A" DE ABONO.

 

Apuntes Filatélicos

LA “A” PREFILATÉLICA DE DÉNIA

Por José Ivars Ivars
Académico de la RAHFeHP
©Ifac Filatélico

 

Dibujo de la marca "A"
usada en Dénia, según
el filatelista Pedro Monge

Uno de los campos filatélicos más apasionantes que hay, es el de la Historia Postal, y dentro de ella, la Prefilatelia es, tal vez, la más desconocida de cuantos episodios en el estudio del correo, conocemos. En los últimos años, han surgidos un grupo de grandes filatelistas, estudiosos de la Historia Postal, que han sabido poner en valor esta parte de la filatelia, que como muy bien indica su nombre, aglutina a todas las marcas, itinerarios, tarifas, etc., anteriores a la emisión del sello postal en 1850 en España – y 1840 en Inglaterra -.

De estudiar estas marcas que se usaron en la correspondencia española con anterioridad a la emisión del primer sello, se ocuparon filatelistas de la talla de Monge, Guinovart, Sempere, Tizón, y tantos otros que fueron publicando sus estudios, investigaciones y hallazgos. Hoy en día, ese estudio prosigue pero de la mano de nuevos investigadores y filatelistas de la talla de Jesús Sitjá, Juan Llácer, David Corchado, Eugenio de Quesada, etc., y en especial un importante trabajo en este campo, que se viene desarrollando desde la Real Academia Hispánica de Filatélica e Historia Postal.

Carta o Plica Judicial circulada desde Dénia, remitida por el Juzgado de 1ª Instancia de Dénia, con la estampación de la "A" de Abono de Dénia. 
Dénia 7 de abril de 1858

Pero la Prefilatelia es compleja; una ciencia que todavía sigue dando nuevas sorpresas, nuevos hallazgos. Una ciencia que si no fuese por los filatelistas, seguramente ningún historiador se hubiera ocupado de ella. En ocasiones esos hallazgos vienen a reescribir lo hasta ahora conocido, esa información que nos legó la anterior generación de filatelistas. Y siguen habiendo campos de la prefilatelia, que crean esas discrepancias entre historiadores postales.

Una de esas incógnitas de las que tanto se ha debatido y estudiado, son una marcas en forma de “A” mayúscula que aparecen en cierto tipo de correspondencia, y que los especialistas la denominan como “A de Abono”. Una marca que ya estudió en su momento el gran filatelista D. Pedro Monge (1), - y tantos otros -, y que posteriormente otro especialista en Historia Postal, D. Isidro Silos Martínez (2), la definiría como “…marca postal denominada de Abono o Franquicia, que durante gran parte del Siglo XIX las Administraciones de Correos estampaban en determinados sobreescritos (sic) y plicas judiciales para invalidar los portes, principalmente por gozar de franquicia…”.  En definitiva se trataba de una marca que estampaban las Oficinas de Correos y alguna Estafetas, sobre cierta correspondencia que habiendo sido “porteada”, indicando el valor del porteo de la misma, se anulaba el mismo para que quién la recibiera, como era preceptivo, no tuviera que abonar nada por ella.

En  el Diccionario Filatélico de F. Javier Padín Vahamonde, describe esta marca como “…Marca típica del correo español que, estampada sobre un pliego o carta, indicaba que su porte se abonaría o anotaría en cuentas especiales establecidas como consecuencia de acuerdos entre la Renta de Correos y determinados organismos especiales. Las marcas de abono son identificables porque en ellas figura la inscripción abreviada A, As u otra semejante…”.

Aunque se trata de una explicación somera, se puede entender el uso que de esta “A” – mayúscula -, se hacía en cartas procedentes de estamentos judiciales, u otros organismos que gozaban de franquicia postal, y que a posteriori, el organismo encargado de la recaudación, ya dictaminaba si se abonaba o no el porte de la misiva o carta.

Históricamente hay precedentes del uso de estas marcas, ya en 1820 en Cádiz, o en Administraciones de Correos como la de Valencia en 1842 – entre otras -, y cuyo estudio y comprensión tuvo en jaque a muchos historiadores postales del pasado siglo, buscando una interpretación que les sacase de toda incertidumbre.  Existe sin duda, un precedente que suelen citar los que se han ocupado de estudiar esta marca, que nos sitúan en la Administración de Correos de Valencia, donde una “Instrucción” fechada el 14 de abril de 1792, indica que “…aquellas cartas que no corresponda despachar, deben darse de baja de la relación inicial y descontarse su importe del listado mensual, con el que se rendían cuentas al organismos fiscalizador…”. Además se indicaba que “…se ordenaba estampar en el reverso el sello que se ha hecho con el distintivo ABONADA…”.

Con la interpretación de algunos de los Reales Decretos, especialmente aquellos de 1845 (3), se pudo ir comprendiendo mucho más el porqué de estas singulares marcas sobre la correspondencia.

Circular de Correos de 4 de abril de 1854

Los diferentes estudios al respecto de estas marcas prefilatélicas, han dado lugar a una relación muy variada de estas letras mayúsculas, en función del origen de las mismas, dándose la peculiaridad que ya Monge en su artículo “La Marca de Porte A. Signo de Abono o Franquicia”, describe la que se usó en la Estafeta de Dénia. De ella da los detalles de que su uso se inició en el año 1858, cuando esta dependía directamente de la Administración Principal de Correos de Valencia, y estampada sobre la correspondencia en color “Azul”.

Al respecto de ese dato del año de uso, el catálogo de marcas prefilatélicas “Tizón” (4), pone como año de inició de su uso en la estafeta de Dénia, el año 1855, e incluso no solo describe una de estas marcas, sino que cataloga 3 distintas – por la forma o por el color -, usadas en la Estafeta de Dénia, entre 1855 y 1858 (azul), la primera de ellas usada durante estos años, pero otras 2 que se usaron respectivamente en 1855 (negro), y la tercera en azul entre 1856 y 1857.

Como destacable, hay que citar que en algunas estafetas, como fue el caso de la vecina localidad de Altea, al no disponer de esta marca en forma de cuño, se ha podido ver estampada manuscrita en la correspondencia, especialmente entre los años 1856 y 1860 (5).

Otro capítulo de la historia postal de esta comarca que debería ser estudiado, y que por falta de cartas y documentos con origen “Dénia”, y que lleven estampada esta “A”, no podemos saber muchos más detalles que, de conocerlos, enriquecerían sin duda nuestra Historia Postal.


Notas:

1.       La Marca de porteo “A”. Signo de Abono o Franquicia. Pedro Monge. Revista de la Exposición Conmemorativa del Sello Español. Dirección General de Correos y Comunicaciones. 1950.

2.      Isidro Silos Millán. “Aproximación al porqué de las denominadas Marcas de Abono”. Federación Española de Sociedades Filatélicas. Cuadernos de Filatelia Nº 15.

3.      Real Decreto de 12 de agosto de 1845 y 3 de diciembre de 1845, respectivamente, y también  la Circular de Correos de fecha 4 de abril de 1854.

4.      Manuel Tizón. “Prefilatelia Española”. EDIFIL.

5.      Pedro Monge. “La Marca de porteo A. Signo de Abono o Franquicia”. 1950.

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