Lo que la prensa nos contó… (60)
UN
CORREO MARÍTIMO BIEN ARMADO
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
La curiosidad del filatelista, te hace llegar a conocer cosas que a
primera vista te pueden sorprender, pero cuando las pones en contexto, son más
fáciles de entender. Andaba uno revisando viejos archivos, en donde uno guarda
alguna noticia aparecida en prensa, por el mero hecho de estar relacionada con
Alicante, y la nueva lectura despierta, tal vez la curiosidad que de entrada no
tuve en su momento.
Estoy ante un periódico gaditano, El Redactor General, que
en su edición del 18 de julio de 1811, lleva en su interior una noticia
referente al “Correo Marítimo” que unía la “Tacita de Plata” con las ciudades
mediterráneas de Cartagena y Alicante. En aquella época, fueron muchos barcos
los que se hacían cargo de transportar la correspondencia, pero si situamos en
contexto histórico la noticia, tiene mucha más razón de ser, que el correo entre
estas ciudades, fuese por mar y no por caminos convencionales: España estaba
inmersa en la Guerra de la Independencia.
Detalle de lo publicado en la prensa, motivo de este artículo |
Pero lo que sorprende de esta noticia, o al menos como la da el
rotativo gaditano, es la descripción que hace del buque ó barco en el que se va
a transporta correspondencia. Dice así la noticia: “…Correos. Para Cartagena y Alicante (…) la polacra correo, nombrada La
Paz; su capitán D. Gabriel Sales, armada con 10 cañones, 3 fusiles, 24 pares de
pistolas, 24 chuzos, 6 esmeriles, 2 pedreros y 180 frascos mixtos de fuego;
saldrá el 24 del corriente con la correspondencia. Hai comodidad para
pasajeros…”. Vamos que viajar en ese barco, debió de ser lo más seguro del
momento, y lo más importante ¡La correspondencia a salvo en todo momento!
No es habitual que cuando se anunciaba la salida o llegada de un
barco, llevase o no correo, se hiciera una descripción de las armas defensivas
que se llevaban a bordo, y si del cabotaje o de lo que transportaba. Y no es
que este tipo de barco, la polacra correo, fuese un barco de guerra. Todo lo
contrario. La Enciclopedia General del Mar, en su volumen VII, la describe como
“…Buque de aparejo redondo, de casco muy
semejante al jabeque, con dos palos triples, sin cofas ni crucetas, y con el
mismo velamen que los bergantines, aunque con la ventaja sobre estos de que
arriando las velas superiores, quedaban al socaire de las inferiores y por ello
se aferraban con facilidad. Algunas tenían el palo mayor de goleta y se
denominaban polacras-goletas; otras lo gastaban con cofa y se denominaban
bergantines-polacras, y también las hubo de tres palos denominadas
polacras-corbetas y polacras-barcas.…”
Dibujo de una Polacra de la época |
Durante la Guerra de la Independencia, con la invasión napoleónica,
Alicante alcanzó un especial protagonismo al ser de las pocas regiones
españolas libre de la ocupación francesa, llegando incluso a convertirse en
“Capital del Reino de Valencia” con la capitulación de la ciudad de Valencia
ante las tropas francesas en 1812. Anteriormente a esa fecha, Alicante ya había
mostrado su obediencia a las Cortes de Cádiz, y su adhesión incondicional a la
nueva Constitución.
En relación a la situación de Cádiz durante el asedio de las tropas
napoleónicas en España, cabe decir que en febrero de 1810 la ciudad de Cádiz se
vio asediada por los franceses, llegando las tropas hasta la Isla de León y la
misma Cádiz, cerrando la ciudad al resto de la Península Ibérica, por lo que su
única salida viable era el mar. Se crearían entonces 3 líneas marítimo-postales
de cabotaje: La de Levante y la de Poniente que se establecen por Real Orden
del 4 de febrero de 1810, y la de La Coruña que lo haría por la Real Orden del
29 de enero de 1811.
Visita del Puerto de Alicante en 1832 |
La línea de cabotaje marítimo-postal entre Cádiz y Cartagena, tenía
una frecuencia semanal, y tenía paradas en puertos importantes del trayecto
como Algeciras y Almería, donde el correo era descargado y trasladado a
diferentes puntos de Andalucía, haciendo lo propio a su llegada a Cartagena,
donde además volvía a cargar correspondencia para Alicante y desde allí a todo
el Reino de Valencia.
Según la prensa escrita de la época, para la comunicación postal con
el Levante, se usarían hasta 14 buques con destino Alicante durante los años en
que España estuvo al mando del ejército francés.
Histórico documento sobre la defensa de Alicante frente a los invasores franceses |
Cádiz y Alicante fueron las 2 únicas ciudades españolas a las que
“El Francés”, nunca tuvo acceso.
Como hemos podido comprobar en tantas ocasiones, y esta vez
nuevamente, el correo nunca se detiene, por difíciles circunstancias que lo
envuelvan. Simplemente armamos el vehículo y todos seguros a bordo.
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