12 enero 2019

HABLEMOS DE MAXIMOFILIA. LA DIOSA CIBELES Y EL ATLETISMO


HABLEMOS DE MAXIMOFILIA


LA DIOSA CIBELES Y LA CARRERA DE ATALANTA E HIPÓMENES

 (Artículo publicado en la Revista APUNTES DE MAXIMOFILIA 56. Diciembre 2018)

POR JOSÉ IVARS IVARS

Uno de los grandes dilemas a los que a veces nos enfrentamos los filatelistas, sea cual sea la modalidad que ejerzamos, es siempre el saber si la “pieza” que queremos usar, tendrá cabida en una colección determinada. Es evidente que las hay que poca duda generan pues a simple vista se sabe donde tienen ó no cabida. Y eso en Maximofilia también pasa.
 
IMÁGEN 1. 
En el caso que hoy nos ocupa, puede que de entrada a muchos les parezca que esta T.M. que aquí comentamos merezca ser “peritada” por manos expertas por aquello de que en España por aquellos años de principios del Siglo XX alguien (o varios) les dio por falsificar algunas Tarjetas Máximas, aunque no queda nada claro si fue en el momento ó años después “a posteriori”, pero sea como fuese el tema de si es o no “Falsa” lo dejaremos cuando tengamos el veredicto experto. Hoy nos sirve de hilo conductor y al observar esta T. M. (Imagen 1), uno de entrada sabe que por lógica filatélica, la “Diosa Cibeles” la podemos usar en una colección de “Mitología”, ó bien en alguna que hable de “Monumentos”, incluso aquella que describa rincones y paisajes de Madrid. Los más atrevidos e imaginativos incluso podrían con un plan correcto, usarla en una colección de “Deportes” ó más bien de “Fútbol”, por aquello de que a sus pies la hinchada merengue suele celebrar los triunfos deportivos. Pero, ¿y en “Atletismo”? ¿Tendría cabida este monumento madrileño en una colección sobre este deporte? Veámoslo.

Esta T. M., se confecciona con el sello emitido con motivo del III Congreso de la Unión Postal Panamericano, que tuvo lugar en Madrid en el año 1931. La emisión consta de un total de 10 sellos para correo ordinario,  y otros 6 para correo aéreo, de los cuales el usado en esta T. M. es el de valor facial 0,50 Ptas., que corresponde al suplemento aéreo aprobado por el Gobierno y publicado por la Dirección General de Correos de fecha 9 de marzo de 1931 (D.O. de C. del 17.03.1931). El sello se realizó en Londres, pero fue grabado por D. José López Sánchez-Toda, y reproduce una imagen de la fuente madrileña de Cibeles. El sello está confeccionado por el sistema de la calcografía con un dentado de 12 en línea, y se pone en circulación el día 10 de octubre de 1931, fecha en el que se inauguró este Congreso que duró hasta el 11 de noviembre del mismo año.

De la tarjeta postal no podemos aportar mucha información salvo decir que está editada por “J. B. Editor”. El matasellos que se uso sobre la T. M. es el hexagonal de Correo Aéreo, fechado en 20 de octubre de 1931, que como curiosidad no aparece la nomenclatura MADRID, que es sustituida por la de CORREO CENTRAL.

Si nos centramos ahora en conocer más a fondo este monumento madrileño, su significado mitológico y alguna que otra leyenda que envuelve a esta diosa romana, seguro podremos decidir si podemos ó no usar la T. M. en alguna colección sobre “atletismo”. Del monumento decir que se construye en el año 1782, situada en la plaza del mismo nombre, representando a la diosa romana Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundación (más temáticas en las que podría entrar), sobre un carro tirado por 2 leones de nombres, Hipómenes y Atalanta. Y es en estos 2 personajes mitológicos en los que nos vamos a centrar.

Estos 2 leones que tiran del carro, no se miran entre ellos, y dicen que no lo hacen por haber ofendido a la diosa. Hipómenes fue un joven que se enamoró de la ninfa llamada Atalanta, de la cual se decía era una gran cazadora que destacaba por su velocidad y por una belleza que tenía a todos los pretendientes enloquecidos. La ninfa, convencida de que nadie podría ganarle por su velocidad, reto a los pretendientes a una carrera, tras la cual si alguien conseguía vencerla, se convertiría en su amante, pero quien no lo lograse conseguiría la muerte.
 
IMÁGEN 2
Hipómenes, ayudado por la Diosa del amor “Afrodita”, urdió un plan para lograr vencer en la carrera y así Afrodita entregó a Hipómenes 3 manzanas de oro de su jardín, que el pretendiente debía dejar caer durante la carrera para distraer a Atalanta. A pesar de ello, Atalanta que había ya recogido dos de las tres manzanas, consiguió darle alcance, pero la tercera manzana estaba hechizada, lo que hizo que aun con trampas, Hipómenes ganase la carrera.

La pareja de enamorados vivieron su amor apasionadamente hasta el punto de que tuvieron relaciones en un templo dedicado a la Diosa Cibeles, algo que enfadó a esta y por ello convertidos en leones y obligados a tirar de un carro para la eternidad.

Leyenda ó relato mitológico, el hecho es que este monumento madrileño, como imagen de un sello y de ahí a formar parte de una de las muchas T. M. que con la fuente Cibeles hay (Imagen 2), tiene muchas opciones temáticas que el coleccionista ha de saber aprovechar. La pregunta de sí la podíamos incluir en una colección de Atletismo, queda en el aire. Seguro que con un plan bien estructurado, alguien tendrá en cuenta este relato.


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