FILATELIA Y “OPERACIÓN BALMIS” ANTE EL COVID-19
Vicent Baixauli Comes
Presidente de la Sociedad Valenciana de Filatelistas
Académico de Número de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal
Presidente de la Sociedad Valenciana de Filatelistas
Académico de Número de la Real Academia Hispánica de Filatelia e Historia Postal
El valenciano
Francisco Javier Balmis Berenguer, fue médico militar de la corte del rey
Carlos IV. Este prestigioso ilustrado hijo y nieto de cirujanos, nació en 1753
en Alicante, donde estudió en su hospital militar. En 1778 se examinó ante el
Tribunal del Protomedicato en Valencia. Después obtuvo el doctorado en
Medicina.
Participó en
diversas expediciones, estando en Cuba y Méjico en diversos hospitales, donde
aplicó también sus amplios conocimientos como botánico experto en la flora del
Nuevo Mundo.
Por su prestigio,
llegó a ser médico personal del rey, al que persuadió para enviar una
expedición a las posesiones españolas, a fin de extender la recién descubierta
vacuna contra la viruela del inglés Jenner.
Esta pandemia,
ocasionó millones de muertes en todo el mundo y peligraba la vida de muchos
pobladores de nuestras colonias.
Se consiguió que la
Corona la financiara y se le conoció como “Real Expedición Filantrópica de la Vacuna”.
En su Segundo
centenario, Correos inmortalizó este hecho con un sello que reproduce una
imagen de la época.
La dirección la
llevaba Balmis, con su ayudante su amigo, el médico catalán José Salvany.
Balmis preparó 2.000 ejemplares de su publicación sobre la forma de propagar
“la vacuna por todos los dominios de su Majestad” que repartió para dejar en
cada lugar las instrucciones sobre la obtención, conservación y aplicación.
Partió de La Coruña
en 1803, acompañado de 5 médicos, 2 cirujanos, 3 enfermeros y 22 niños, pasando
por Canarias, Antillas, Méjico. La vacuna llegó por el norte a Texas y al sur
por toda América. En 1805, Balmis zarpó de Acapulco hacia Manila, volviendo a
España en 1806.En el regreso, todavía difundió la vacuna por Macao, Cantón y la
isla inglesa de Santa Elena.
Uno de los grandes
problemas, era el mantener la eficacia de la vacuna en estos largos
desplazamientos, consiguiéndolo pasando la infección a los niños necesarios
para llegar a su destino. Los niños eran huérfanos de 3 a 9 años y se
inoculaban de dos en dos para evitar posibles fallos en los nueve días de
infección, obteniendo vacuna suficiente de sus pústulas.
Gracias al
liderazgo de Balmis, se llevó a cabo la mayor gesta sanitaria internacional, la
Expedición llegó a todo el Imperio español, dando nuevamente la vuelta al
mundo. La acción de Balmis, no fue sólo llevar la vacuna y aplicarla, sino que
fue capaz de regular su difícil difusión.
El valenciano,
falleció en 1819 y desde entonces se le ha tenido casi olvidado, no se ha
emitido ningún sello con su efigie a pesar de haberse pedido, pero desde hace
apenas un mes, el Ejército Español lo ha reivindicado, bautizando con su nombre
al mayor despliegue de nuestras Fuerzas Armadas en época de paz, para combatir
otra pandemia, la de un nuevo virus que la OMS define como Sars-Cov-2,
productor de la enfermedad Covid-19.
En estas pocas
semanas, unos 7.000 militares han participado en más de 11.000 intervenciones
en unas 1.200 poblaciones de toda España, 3.500 acciones de apoyo en
Residencias de ancianos, 1.200 en Hospitales, 700 en Centros de Salud, 600 en
Centros Sociales, etc.
También en diversas
dependencias de la Administración Pública. Todas las intervenciones están
coordinadas por el Mando de Operaciones, con medios de la UME, el Mando
Terrestre, el Naval, Aéreo y la Guardia Real.
Desinfecciones en
instalaciones críticas y de comunicaciones, apoyo al traslado de fallecidos,
transporte de enfermos inter hospitales, montaje de 16 hospitales de Campaña,
carpas para test rápidos, etc.
A esta labor
callada y eficaz, se une la Sanidad Militar y el Laboratorio de Farmacia
Militar, incrementando la elaboración de medicamentos genéricos necesarios como
en la pasada pandemia de la gripe A. Actualmente, fabrica especialmente una
Solución inactiva del coronavirus, comprimidos de Paracetamol y la Ribomicina,
antiviral en ampollas.
Toda esta
“Operación Balmis”, es una emergencia sanitaria para poyar a la población y a
los servicios públicos, en sus esfuerzos para contener la propagación del nuevo
virus “enemigo invisible y no convencional”.
Nos falta la
vacuna, pero ante posibles mutaciones o vuelta del coronavirus en el otoño,
tenemos la importante experiencia de esta operación bautizada con el nombre de
Francisco Javier Balmis Berenguer.
Aspectos postales
El 30 de noviembre
del año 2004, Correos emitía un sello conmemorativo del “Bicentenario de la
Real Expedición de la vacuna de la viruela”. Impreso en calcografía este bonito
sello representa la salida en 1803 del puerto de La Coruña en un grabado de la
época.
Con tal motivo, se
emplearon varios matasellos de Primer día de circulación, los habituales de
Madrid y Barcelona en sobre especial conmemorativo y otro en Alicante su tierra
natal.
No se consiguió un
sello en su honor en memoria del bicentenario de su fallecimiento el año
pasado. Pero este año, la catástrofe del Covid-19, ha hecho aparecer su nombre
en diferentes marcas administrativas, bajo la “Operación Balmis” contra este
nuevo virus también de alcance pandémico.
Como filatélicos,
debemos tratar de localizar, estas y otras marcas de distintas unidades
militares, que en su correspondencia postal estén circulando estos días para
completar este pasaje de nuestra historia postal presente. ¡Suerte!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario