Apuntes
Filatélicos
EL
PAPEL COMO COLECCIONISMO
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
El papel en el coleccionismo es una cosa muy socorrida,
se encuentra con facilidad y da mucho juego al coleccionista. Y el
coleccionismo es un arte que no encuentra obstáculos; todo vale si hace
disfrutar al coleccionista. Y como coleccionar sigue siendo algo innato en el
ser humano, todo aquello que nos despierte la curiosidad, encontrará un lugar
en nuestras vidas. De ello fuimos testigos recientemente en la Exposición
Filatélica, EXFILNUM 22, de Benissa, donde se pudo ver alguna muestra de ello.
Coleccionismo de papel podríamos enumerar centenares:
documentos antiguos, papel sellado, papel de fumar, facturas antiguas, cartas
pre-filatélicas, pólizas, acciones antiguas, …, y así hasta un largo etcétera.
Pero de entre todas, una destaca por lo singular y cotidiano que resulta
encontrarlas (o no, según veremos): Las Servilletas de Papel.
Objetos cotidianos que tenemos al alcance de las manos,
se dice que al menos las de tela fueron inventadas o ideadas por Leonardo Da
Vinci, allá por el año 1491, quién ejerciendo de Maestro de Ceremonias del
Duque de Milán, Ludovico Sforza, tuvo la genial idea de ofrecer a los ilustres
invitados, una novedosa forma de limpiarse las manos. Pero lo novedoso resultó
ser el material empleado, porque ya en el antiguo Egipto, las manos de los
comensales a los muchos banquetes que se celebraban se limpiaban con migas de
pan e incluso con trozos de papiro.
Aunque no descartamos que estas también sean
coleccionables, las que hoy nos llevan a este espacio, son realmente las de
papel, que la historia nos dice que fueron inventadas en 1907 por el ingeniero
Arthur Scott, dato que a veces es discutido dado que ya en 1869, la escritora
Louisa May Alcott, las menciona en su libro “An old fashioned girl”.
Quién se aventura en el proyecto de iniciar una
colección de servilletas de papel, de entrada, sabe que la cantidad que puede
conseguir con dedicación y esmero es ilimitado. Miles y miles de servilletas,
con miles de diseños posibles y procedentes de todos los países del mundo,
serán su objetivo.
Y como toda colección que se precie de serla, tendrá
también esas piezas “únicas”, “raras”, difíciles de conseguir o inaccesibles
por lo que su historia conlleva. Entre todas las servilletas que en el mundo se
han podido fabricar, una hay que a muchos les gustaría tener en su colección. Un
14 de diciembre del año 2000, una simple servilleta (ver imagen), serviría para
firmar uno de los más importantes contratos deportivos que el F.C. Barcelona ha
firmado en su historia, Y el jugador fichado, nada mas y nada menos que Leo
Messi.
Messi contaba con 12 años de edad, cuando Carles
Reixach y el representante del primero, Horacio Gaggioli, improvisaron una
especie de acuerdo deportivo que plasmaron sobre la primera servilleta de papel
que tuvieron a mano, en la cafetería del Club de Tenis Pompeia, con el
siguiente texto: "…En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en
presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carles Rexach, secretario técnico
del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de
algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando
nos mantengamos en las cantidades acordadas", escribió Rexach en una
servilleta que firmó posteriormente el futbolista una vez contó con el OK de la
familia…”.
Ni que decir que este histórico objeto, a pesar de
estar sobre una simple servilleta, constituye todo un tesoro deportivo.
Gaglioli, que se quedó con la servilleta que cambió completamente la historia
del F.C. Barcelona, guarda este objeto en una caja fuerte de una entidad
bancaria en Andorra. A pesar de haber recibido ofertar millonarias por
coleccionistas aferrados a poder tener en propiedad tan codiciado papel, nunca
ha querido desprenderse de él, tal vez porque considera que su mejor lugar
sería el museo del Barcelona.
Puede parecer que ser coleccionista de servilletas de
papel es algo que no aportará competencia y que serán pocos los que se
autodenominen como tales. Pero nada más lejos de la realidad. En todo el mundo
son miles y miles los que se adentran en este coleccionismo, existiendo clubes
que aglutinan a estos curiosos coleccionistas, e incluso es fácil encontrar
sitios webs, en los que ponerse al día es sencillo y lograr coleccionistas
afines dispuestos al intercambio hará de este coleccionismo, una tarea muy
enriquecedora.
Con total seguridad, hoy podríamos encontrar en el
mercado del coleccionismo, servilletas de papel comerciales, con membretes,
anagramas y logotipos de bares y restaurante que ya son historia, desaparecidos
o cerrados por mil razones, y que aquellas servilletas que un día usaron son el
único testigo de lo que fueron que queda.
¿Animado pues a empezar con ello? Ahora ya sabes que la
próxima vez visites un bar o restaurante donde las servilletas de papel estén a
tu alcance, no dudes en guardarte alguna y con ello iniciarte en su
coleccionismo, que, aunque sea un objeto de un solo uso, un objeto efímero,
nosotros sabremos sacarle partido a ello.
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