Lo que la prensa nos contó… (XV)
QUE
MALO ES “OBSESIONARSE” POR ALGO
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Lo que nos cuenta la noticia, el periodista lo resume
con un titular muy adecuado: Consecuencias de una pasión. Y no
hace falta que nos diga a que pasión se refiere el periódico. ¿Lo habéis
adivinado? Efectivamente, el coleccionismo de sellos o pasión también conocida
como FILATELIA.
En todo en esta vida, hay gente que no es de actos correctos,
de los que siempre intentarán faltar al buen hacer y a la correcta compostura.
En este caso, el protagonista (o al menos uno de ellos) de esta historia de
hoy, es un profesor de la Universidad de la ciudad polaca citada, y que el
periódico dice que tiene una “…pasión
dominante: es ardiente coleccionador de sellos…”. El calificativo de
ardiente bien podría situarse en un entorno más sensual o sexual, pero al
parecer lo que sentía este profesor por los sellos, cruzaba todo los límites
conocidos.
La historia en sí no es muy interesante, aunque si
debió serlo al menos curiosa para la prensa de la época. El tal profesor
universitario supo de una colección que un comerciante de muebles tenía a la
venta, y acudiendo a la cita para observarla en vista a una posible adquisición
parcial o total de los sellos ofrecidos, resultó que a la vista del comerciante
de muebles, “escamoteo” con descaro unos sellos. Ante la situación y en vista
del descaro que el profesor había mostrado, este le instó a devolverlos o avisaría
a las autoridades competentes.
Con el mismo descaro que los había sustraído delante
del propietario de los sellos, devolvió otros que no eran los escamoteados, a
lo cual la situación empeoró, y para suavizar la tensión creada, se ofreció a
pagar una cantidad, cantidad que con el tiempo no llegó, y todo terminó en los
tribunales, como era de esperar.
El tema de robo o engaños en torno a los sellos y su
coleccionismo, es un tema muy recurrente que dio pie a mucha prensa de la
época, e incluso daría pie para estar extensamente hablando de ello, y no solo
sucedió entre coleccionistas, sino que en ocasiones los sellos eran arrancados
de la correspondencia, bien para reutilizarlos nuevamente o bien para su venta
a los filatelistas.
Y todo esto sucedía porque aunque no queramos, la
Filatelia es y será una ardiente pasión que a veces nos descontrola.
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