18 febrero 2023

Lo que la Prensa nos contó... CABREO FILATÉLICO POR MANIOSO.

 

Lo que la prensa nos contó… (XIII)

EL FILATELISTA CABREADO

Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico

 

¡Por fin un filatelista cabreado y que además lo hace público en la prensa! Razones no le faltan. Desde que llevo viajando en el tiempo a través de la prensa para ver como se nos veía a los que tenemos esa pasión por el sello postal y su coleccionismo, no he parado de encontrarme con artículos, por toda la geografía española, y de todas las épocas imaginables, en las que el “sabelotodo” del periodista, utiliza los más variados adjetivos para calificar esta pasión.

En esta ocasión el viaje nos lleva al año 1890, a Gerona, y entre manos el periódico La Nueva Lucha. El desdichado filatelista, quién publica en el rotativo gerundense un amplísimo artículo de queja pero que a su vez aporta muchísima información (y muy interesante) sobre la filatelia a finales del Siglo XIX, es un tal Agustín Grife. Desde estas líneas simplemente agradecerle que saliese en defensa de este colectivo, que como bien el mismo describe, somos “…pacientes coleccionadores de sellos…”.

Fragmento del amplio artículo en el 
que el filatelista Agustín Grife se
queja del trato que la prensa da al
coleccionismo de sellos
La Nueva Lucha (Gerona) 19.03.1890

Es muy explícito el tal Agustín al expresar su queja, y lo hace diciendo que “…nunca hubiera pensado yo, después de los 20 años ocupados en la pacientísima tarea de coleccionar sellos, que en un periódico de la talla y condiciones de La Nueva Lucha, y en letras de molde, como suele decirse, se me maltratara y acachiporrase (sic) hasta el extremo de llamarme fanático…”. ¡Se le nota el enfado evidente! Aunque Agustín solo cita que es este rotativo el que llama “fanatismo” al coleccionar sellos, son muchos los ejemplos de otros en los que la visión por entonces, de quienes se aventuraron en estudiar y conocer los sellos y su mundo, era la de aquellos locos y su manía por los sellos.

Debió ser Agustín de aquellos primeros filatelistas que hubo en España. Si dice que empezó 20 años antes de la publicación, es decir en 1870, ya debía estar acostumbrado a este tipo de comentarios en prensa.  Como defensor de los filatelistas, Agustín no fue de los primeros. A ello se lo debemos a la figura del erudito Dr. Thebussem (Mario Pardo de Figueroa), quién durante años se ocupó de mostrar su inconformidad a como se trataba a la filatelia y a los filatelistas en este bendito país.

El mismo, en sus muchos escritos, nos recuerda que ya en 1854, el Ministro de Gobernación firmó un Decreto por el cual “…quien se ocupase de limpiar…sellos de franqueo ya servidos, será entregado a los Tribunales…”. Este no nos trataba de maniáticos, pero sí de delincuentes.

Diferentes referencias a los adjetivos que usaba la prensa frente al coleccionismo de sellos en el Siglo XIX

Como réplica documentada que Agustín manda al periódico, hace un repaso minucioso, detallado, concienzudo y con datos sobre el filatelismo, datos como la del centenar de sociedades filatélicas que ya existían en todo el mundo, poniendo como ejemplo la de la ciudad de Dresde (Alemania) que contaba con más de 1500 socios. Cita además las 16 revistas filatélicas a las que este señor estaba suscrito (debió de ser un gran filatelista del que no tenía constancia alguna).

Me resulta cuanto menos interesante el vocablo que parece haberse inventado (así lo expresa) al decir que el director del periódico, o tal vez quién firmase el artículo donde se nos ponía a los filatelistas como meros maniáticos, era un señor “timbrófobo”.  

Ay con la gente… ¡como son! Menos mal que ya esa persecución filatélica se ha terminado. ¿O no?.

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