Lo que la prensa nos contó… (XIII)
EL FILATELISTA
CABREADO
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
¡Por fin un filatelista cabreado y que además lo hace
público en la prensa! Razones no le faltan. Desde que llevo viajando en el
tiempo a través de la prensa para ver como se nos veía a los que tenemos esa
pasión por el sello postal y su coleccionismo, no he parado de encontrarme con
artículos, por toda la geografía española, y de todas las épocas imaginables,
en las que el “sabelotodo” del periodista, utiliza los más variados adjetivos
para calificar esta pasión.
En esta ocasión el viaje nos lleva al año 1890, a
Gerona, y entre manos el periódico La
Nueva Lucha. El desdichado filatelista, quién publica en el rotativo gerundense
un amplísimo artículo de queja pero que a su vez aporta muchísima información
(y muy interesante) sobre la filatelia a finales del Siglo XIX, es un tal Agustín
Grife. Desde estas líneas simplemente agradecerle que saliese en
defensa de este colectivo, que como bien el mismo describe, somos “…pacientes coleccionadores de sellos…”.
Fragmento del amplio artículo en el que el filatelista Agustín Grife se queja del trato que la prensa da al coleccionismo de sellos La Nueva Lucha (Gerona) 19.03.1890 |
Debió ser Agustín de aquellos primeros filatelistas que
hubo en España. Si dice que empezó 20 años antes de la publicación, es decir en
1870, ya debía estar acostumbrado a este tipo de comentarios en prensa. Como defensor de los filatelistas, Agustín no
fue de los primeros. A ello se lo debemos a la figura del erudito Dr. Thebussem
(Mario Pardo de Figueroa), quién durante años se ocupó de mostrar su
inconformidad a como se trataba a la filatelia y a los filatelistas en este
bendito país.
El mismo, en sus muchos escritos, nos recuerda que ya
en 1854, el Ministro de Gobernación firmó un Decreto por el cual “…quien se ocupase de limpiar…sellos de
franqueo ya servidos, será entregado a los Tribunales…”. Este no nos
trataba de maniáticos, pero sí de delincuentes.
Diferentes referencias a los adjetivos que usaba la prensa frente al coleccionismo de sellos en el Siglo XIX |
Como réplica documentada que Agustín manda al
periódico, hace un repaso minucioso, detallado, concienzudo y con datos sobre
el filatelismo, datos como la del centenar de sociedades filatélicas que ya
existían en todo el mundo, poniendo como ejemplo la de la ciudad de Dresde
(Alemania) que contaba con más de 1500 socios. Cita además las 16 revistas
filatélicas a las que este señor estaba suscrito (debió de ser un gran filatelista
del que no tenía constancia alguna).
Me resulta cuanto menos interesante el vocablo que
parece haberse inventado (así lo expresa) al decir que el director del
periódico, o tal vez quién firmase el artículo donde se nos ponía a los
filatelistas como meros maniáticos, era un señor “timbrófobo”.
Ay con la gente… ¡como son! Menos mal que ya esa
persecución filatélica se ha terminado. ¿O no?.
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