Lo que la prensa nos contó… (XII)
SELLOS HASTA POR LAS PAREDES
Una manía como cualquier otra
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico
Lógicamente hay excepciones que rompen toda regla, y
personajes que a veces su pasión o locura les lleva a rozar el adjetivo maniático.
Es normal que la prensa se fijase en ellos y se cebara en lo que eran capaces
de hacer.
El de hoy es un artículo publicado en la página inicial
del rotativo sevillano El noticiero sevillano de fecha 4 de
enero de 1894, el cual nos cuenta una excentricidad
que una afamado coleccionista (el rotativo lo llama coleccionador) de
sellos inglés llevo a cabo. El sujeto era conocido como Sir J. W. Palmer, súbdito
inglés afincado en Londres, y que según el periódico sevillano, era “…el más famoso colector de sellos que
existe en el mundo…”. Sobre esta rotunda afirmación, debo decir que el Sr.
Palmer, fue un reputado y conocido filatelista1 y comerciante filatélico en la Inglaterra de la
segunda mitad del Siglo XIX, pero llegar a afirmar que fue el más famoso coleccionista del
mundo, eso es hacerle un flaco favor a la verdad.
Pero el Sr. Palmer no fue motivo o protagonista de esta
publicación en el periódico sevillano por su amplia colección de sellos o su
papel como comerciante, sino por haber usado 70.009 sellos, todos diferentes
entre sí, para empapelar una pared de una habitación del número 281 en el
antiguo barrio londinense de Strand, donde tenía ubicada tanto su negocio
filatélico.
Y la cosa tiene más gracia aún al comprobar, por el
texto, que todos ellos, todos esos más de 70.000 sellos, eras burdas
falsificaciones que a lo largo de los muchos años de comerciante filatélico, le
han ido queriendo endosar, como quién engaña al ignorante, pero que el buen ojo
de este experto filatelista, fue descubriendo a la vez que, tras denunciar a
los sujetos que le querían dar “gato por liebre”, se quedaba con ello. Fruto de ello fue este
papel decorativo resultante.
Quién fue a visitarlo llegó a afirmar que, de no ser falsos
los sellos, seguramente el montante de lo que aquellos miles de sellos podrían
valer, superaría la cifra de los “…cinco
millones de pesos fuertes…”2.
La prensa de la época nos vuelve a dar otro ejemplo de
lo que todavía se pensaba, o lo pensaban algunos, antes del Siglo XX de lo que
suponía ser filatelista. Se sigue usando el adjetivo “manía”. Solo hay que ver
como el periodista explica los orígenes de la afición al coleccionismo de
sellos de Mr. Palmer. Nos dice así: “…cuando
Mister Palmer entró en este negocio (1852) desconocíanse aún por completo los
sellos falsificados, pues la manía
de coleccionarlos se hallaba aun, por decirlo así, en la infancia…”. Una
manía pero sana, apuntaría yo.
Pero no os penséis que esto de empapelar paredes con
sellos, fue algo propia de Mr. Palmer. Para nada. En este mismo blog ya hablé
del tema en su día3. En
aquella ocasión aporté información al respecto que mostraba una noticia
aparecida en el periódico El Lloyd
Español de fecha 28.04.1863, en la que se dice que una chica deseosa de
forrar su habitación de sellos, había conseguido unos 16.000 pero que no eran
suficientes y necesitaba bastantes más.
Igualmente, y a través de la revista MADRID FILATÉLICO,
pude conocer que en la Inglaterra de 1892, ya hubo quién se dedicó a forrar
paredes con sellos, en esta ocasión con sellos desmonetizados, no válidos para
el gran público, pero si para los coleccionistas. En esta ocasión, el artículo
decía tener la certeza de que era la única casa con paredes forradas con sellos
del mundo.
A este paso y como la prensa nos siga aportando
detalles y noticias, comprobaremos que lo de usar sellos en la decoración de
las paredes, fue tan habitual como ser filatelista de los serios.
Notas:
1. J. W. Palmer, provenía de una familia
donde el coleccionismo estuvo presente. Ya su padre fue un conocido
coleccionista de sellos de periódicos, incluso antes de que se el sello
apareciese como pago previo al envío de la correspondencia (Inglaterra 1840).
Además de coleccionista, fue comerciante e incluso asesor filatélico para
autentificar ciertos ejemplares de sellos.
2. El peso fuerte es el nombre que
coloquialmente se le daba al real de a ocho español, moneda de gran difusión en
toda América Latina (Época Virreinal). Tenía un peso de 1 onza española, es decir
27,06 gr.
3. La Filatelia…un mundo de curiosidades.
Sellos para empapelar. 16.04.2020. http://ifacfilatelico.blogspot.com/2020/04/curiosidades-en-el-mundo-de-la.html
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